“I don't like the drugs but the drugs like me!” Y salí corriendo, asustado, ¿Qué clase de poder tenía ese andrógino pálido con cabellos blancos? ¿Por qué solo ver a sus ojos perdidos (a través de la TV claro) y confundido produjo una impresión tan fuerte? ¿Por qué después de ese “susto” seguí buscando su imagen canal tras canal, hasta lograr ver ese vídeo clip completo?
Era primer año de secundaria, había egresado de una primaria en el centro histórico de la ciudad de córdoba con excelentes calificaciones e impecable conducta, ni una sola materia reprobada en los seis años de mi formación primaria, ni un solo reporte, au contraire, muchas felicitaciones y festejos. Todo mundo esperaba lo mismo de mi cuando inicie la formación secundaria, después de todo, ¿Qué podría detener a un niños tan obediente, disciplinado y respetuoso?
¿Habrán sido sus ojos, sus labios, sus mejillas? ¿Qué tal si fue su voz a que salio como una saeta desde su boca a mi cerebro? ¿Será que me volví loco en esos mismo momentos, pues su voz tenía las virtudes que le atribuían a los “gritos” de las mandrágoras?
Primer año, grupo D, número 11, primeros días.
Era un mundo, no nuevo, simplemente más extraño, los delirios de grandeza y madurez ya se dejaban ver en muchos de mis compañeros, la búsqueda de identidad siempre les llevo a hacer tonterías, desde llevar una navaja a la escuela para demostrar lo rudos que eran, hasta salir con 1000 y un mujeres para demostrar su hombría, eran los primeros días y parecía que nos habían criado como perros de pelea, errar no era una opción, el premio era una cartulina rotulada que decía “primer lugar” y Yo estaba dispuesto a conseguirla, cumplir con lo que mi madre esperaba de mi... pero obviamente no pude resistirme a tratar de “socializar”, después de todo, mi mejor amigo de la primera se fue a otra escuela.
La situación no era precisamente la óptima, a mi al rededor no había lo que podíamos llamar “estudiantes modelo”, adelante una niña que, sinceramente, no sé como pudo haber sobrevivido al sistema penitenciario/educativo mexicano, junto a mi, la típica manzana podrida del árbol, atrás de mi una niña muy precoz y al lado siguiente... las pláticas no eran tan “elevadas” como esperaba, nada que ver con el tipo de plática que tenía de ves en cuando con mi mejor amigo de la primaria (éramos “adictos” [por decirlo de alguna manera] al Discovery Channel), estos niños (por que éramos niños, aunque los maestros nos querían vender la idea de que éramos “adultos pequeños”) hablaban de algo absolutamente desconocido para mi... MTV y Telehit.
Rise to be stupid, thought to be nothing at all
Desde muy pequeño me dí cuenta de algo (y con muy pequeño me refiero a los primeros meses de la primaria), nadie quiere a los perdedores y los ganadores se merecen todo, desde sus diplomas hasta el privilegio de ser abanderados y dirigir las formaciones de marcha en los desfiles, esa idea me hizo buscar sobresalir a como diera lugar, aunque eso implicara alejarme un poco de mis escasos amigos, ese “pequeño” orgullo infantil me hizo muy curioso... por eso cuando escuche hablar a mis compañeros de “singles” y “videoclips” no pude contenerme... al principio me resistí, no quería, no quería ser como los demás, supongo que sentí que al ser como los demás me iba a perder o a confundir como los demás... pero al final, como todos, cedí a los encantos de la “caja idiota” (como le llamaba un profesor de educación cívica) y una tarde, a escondidas de mi madre, entré en la recamara (en ese entonces vivíamos en una depto. con una sola recamara donde dormíamos ella, mi padrastro y yo, en diferentes camas por supuesto) mientras ella trabajaba en contratos, recibos y algo así... prendí la TV, busqué en todos los canales hasta que llegue a la tierra prometida, el canal 15... Lo que primero que vi no tenía ningún precedente, me asuste, ¡Vi a un hombre con senos! Eso no tenía nombre... las imágenes eran verdosas y el sonido muy raro, mi piel se erizo y mejor salí corriendo, ¿Qué carajos era esa cosa? ¿Qué fue ese sentimiento que tuve al ver sus ojos bicolor?
Deje que pasaran un par de días, nunca hablé de eso con nadie, no me iba a delatar a mi mismo, creí que si no lo hablaba y trataba de no pensarlo, lo olvidaría y podría seguir con mi vida, con mi vida de secundarista... común y corriente. Pero no fue así, no pasaron más de dos días en que regrese a enfrentarme a ese hombre/mujer/lo-que-sea, me quedé toda una tarde/noche esperando a ver ese vídeo, finalmente, entrada la noche, empezó el freak show.
¡Eras tú! ¡Zarathustra el ateo! ¡Zarathustra el cínico! Tú voz tan terrenal y sublime se expreso a través de los riffs de guitarra y el maquillaje sobrecargado y los espectáculos con fuego, la potencia de la voluntad se hizo presente, despertó el coloso
¡Ah! Por primera ves sentí ese sentimiento tan humano, por primera ves logré experimentar la ira y la euforia, mi curiosidad se transmuto en poder, mis sentimientos finalmente tuvieron lo que merecían, una puerta hacía el exterior.
Fue como una liberación para mí, algo que estaba dentro de mi logro salir a flote, me sentía increíble, como un superman o una batman, me sentí alguien con Poder por primera vez en mi vida, ¿Qué clase de Poder? Realmente no lo sé, no sé qué era lo que entendía por poder, no recuerdo bien por qué, de hecho, no entiendo la razón, pero lo sentía, sentía como si pudiera cambiar al mundo, luchando... en este momento de mi vida “luchar” era la palabra clave.
¿Cómo puede algo que se siente tan bien ser tan malo? ¿Es que he hecho mal a tratar de ser auténtico y por tanto diferente? ¿Era tan malo cuestionar? Si, al parecerlo era.
“Señora Guevara, su hijo es un niño problema”, Recordarlo me causa ahora mucho gracia, sobre todo cuando me comparaban con el “niño superdotado” del salón, el cual es un viejo (lo sé, sueno como una anciano dirán ustedes, pero adoro la palabra “viejo”) amigo, o con los demás niños, que bien no los tenían en buena estima, no eran inteligentes ni brillantes, pero tenían una “virtud” que yo había perdido, la disciplina y la obediencia.
Hay una parte en “the wall” (EXCELENTE disco de Pink Floyd ;D) en la que dice “I got a little black book with my poems in there”, cada ves que escucho esa parte del CD (y la parte de “The happiest day of our lives) me recuerdan a ese periodo de mi vida, ¿la razón? Con ese extraño sentimiento iracundo e insatisfecho que despertó desde mis adentros (creo que específicamente desde el estomago) también despertó una necesidad de escribir poesía.
Mi verso era bastante sucio, carecía muchas veces de sentido, muchas veces de forma y métrica, pero hacía mi lucha, cada verso era una lucha de horas, nunca se me hizo fácil, realmente no se me daba tan bien, pero me satisfacía esa actividad, un día, un profesor (creo que era clase de historia) se dio cuenta que no ponía atención a su clase (¡Wow! Que Graaaaaaaan novedad) y que en ves de estar escuchando su discurso tan aburrido y acartonado, estaba escribiendo en una pequeña libretita negra... esa libreta termino en manos de la O.V. (Orientado Vocacional), quien me reprendió, en primera por no poner atención a clases, en segunda, por que eso no era “bueno”, por que yo no hablaba del amor y lo hermoso que es vivir, realmente, no recuerdo bien de qué hablaba mi poesía, de hecho, solo recuerdo un poema y ni siquiera sé si era mío (Ese poema hablaba de un caballero medieval que iba montado en un dragón hacía el cielo para matar a Dios [No era Nietzsche, erala influencia de Antichrist Superstar de Manson] por ninguna razón en particular), en fin, mi libretita fue requisada y nunca me fue devuelta, aparte de eso, vino la amenaza “si te volvemos a ver haciendo eso, serás expulsado”
Después de todo, no estaba tan preparado para enfrentarme a la autoridad, pues tome sus palabras como lo que eran, una orden, no volví a escribir poesía hasta muchos años después, parece que en realidad esa euforia e ira no era un volcán en erupción... eran unas cuantas chispitas, a lo mucho una pequeña flamita.
Parásitos
Hace 17 horas
1 comentarios:
Woooow, buenisimo pooost quien iba a decir que eras un niño bueno???
aunque eeehm marilyn manson no es la octava maravilla
me hiciste recordar mis primeros años de secundaria tambien...
God save MTV!!!
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