Darwin, evolución e ideología.

miércoles, 1 de julio de 2009

Darwin, evolución e ideología

4 comentarios:

E.L.V.I.R.A. dijo...

wiiiiii otro fan de scribd xDDD


tu texto psss ya me lo se ya lo leí xDDD

Mario Rosaldo dijo...

Josué:

He descargado este archivo para leerlo con mayor atención. Así que, por el momento, solamente anotaré aquí la primera idea que me ha surgido.

De entrada podría pensarse que la tesis central de estos apuntes y del futuro estudio gira en torno del concepto de biopolítica; sin embargo, el planteamiento desde el mismo título parece dar por sentado que teoría científica e ideología son puntos de referencia plenamente establecidos en el debate crítico contemporáneo, lo que no es del todo cierto.

Desde Kuhn y Popper hasta Lakatos y Feuerabend, se ha puesto en discusión lo mismo el carácter científico de las teorías que el aspecto crítico de las mismas. Este debate ha intentado denunciar los aspectos «irracionales» del racionalismo, pero también los excesos en que se cae por querer apegarse a la ortodoxia positivista.Hay una tendencia a oscilar entre un punto de vista empírico-racionalista tradicional y otro más abierto a nuevas posibilidades: lo científico es el cambio, no el dogma.

Por otro lado, la tradición marxista ha dejado sin resolver el debate entre la correlación o la no correlación entre superestructura y base económica. Para algunos las formas ideológicas son reflejos o síntomas del verdadero problema que se ubica en la base económica (éstos intentan seguir a Marx). Para otros, la disolución de dichas formas propiciaría un cambio mental que desembocaría, tarde o temprano, en el cambio general social (Marx combatía este enfoque, por idealista).

En mi humilde opinión, tu estudio debería considerar estos dos conjuntos de problemas.

Mario Rosaldo dijo...

Josué;

Me parece que el propio Foucault plantea la necesidad de esa exploración del concepto y de la base real de la «ideología». He aquí sus palabras:

DE MICROFÍSICA DEL PODER

M. F.: Me separo, me parece, a la vez de la perspectiva marxista y paramarxista. Respecto a la primera, no soy de los que intentan estudiar los efectos del poder a nivel de la ideología. Me pregunto, en efecto, si antes de plantear la cuestión de la ideología, no se sería más materialista estudiando la cuestión del cuerpo y los efectos del poder sobre él. Porque lo que me fastidia en estos análisis que privilegian la ideología, es que se supone siempre un sujeto humano cuyo modelo ha sido proporcionado por la filosofía clásica y que estaría dotado de una conciencia en la que el poder vendría a ampararse.

Q. C: Pero hay, en la perspectiva marxista, la conciencia del efecto del poder sobre el cuerpo en la situación de trabajo.

M. F.: Ciertamente. Pero en la medida en que hoy las reivindicaciones ya no son las del cuerpo asalariado sino las del salario, no se oye casi hablar de ellas en cuanto tales. Todo-sucede como si los discursos «revolucionarios» estuviesen penetrados de temas rituales que se refieren a los análisis marxistas. Y si bien existen cosas muy interesantes de Marx sobre el cuerpo, el marxismo —en tanto que realidad histórica— las ha ocultado terriblemente en provecho de la conciencia y de la ideología...

Es preciso asimismo demarcarse de los paramarxistas como Marcuse que da a la noción de represión un papel exagerado. Ya que si el poder no tuviese por función más que reprimir, si no trabajase más que según el modo de la censura, de la exclusión, de los obstáculos, de la represión, a la manera de un gran superego, si no se ejerciese más que de una forma negativa, sería muy frágil. Si es fuerte, es debido a que produce efectos positivos a nivel del deseo —esto comienza a saberse— y también a nivel del saber. El poder, lejos de estorbar al saber, lo produce. Si se ha podido constituir un saber sobre el cuerpo, es gracias al conjunto de una serie de disciplinas escolares y militares. Es a partir de un poder sobre el cuerpo como un
saber fisiológico, orgánico ha sido posible.

El enraizamiento del poder, las dificultades que surgen para desprenderse de él, provienen de todos estos lazos. Por esta razón la noción de represión, a la que se reducen generalmente los mecanismos de poder, me parece muy insuficiente y posiblemente peligrosa.


Dice algo similar en LAS PALABRAS Y LAS COSAS, cuando habla del «Análisis de las representaciones» como una reducción psicologista.

BigBossAZF dijo...

Gracias por tus comentarios Mario. Disculpa por la tardanza.

Estoy de acuerdo en que en que hay muchos problemas con el texto, yo mismo quedé muy inconforme. He dado muchas cosas por sentadas y, además, inicio mis notas con la figura de Darwin... cuandodebí haber iniciado co Malthus. Además de que no he sido claro redactando (esé siempre ha sido un gran problema para mi) y es por eso que quizá pareciera que estoy identificando ciencia con dogma. Gracias por tus observaciones; me han sido útiles, no solo para tratar de corregir esté texto (de ser posible eso) sino con otro tema que estoy trabajando mientras estoy aquí, en córdoba.

saludos y gracias.

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