Uno no puede tomarse un café en córdoba. Por lo menos no lo puede hacer tranquilamente. Las calles del centro han sido tomadas por los candidatos (especialmente por Hermosillo y Duarte) a diputados y sus séquitos. Y lo hacen (pasearse por las calles) haciendo un escándalo de los mil demonios; contaminan auditivamente a quienes pretendemos tomar un café (Aunque cabe la pregunta ¿La gente aún toma café en el centro de córdoba? Al parecer solo se van a exhibir).Vaya; en Córdoba están JD (Juventud Dinámica) por parte del PRI, por parte del PAN esta AJ (Acción Juvenil)... El propósito de toda esta clase de grupos es simplemente hacer ruido y simular un acercamiento a los intereses de los jóvenes votantes. Intereses que; usualmente, se reducen a "pasar el rato". De ninguna manera está clase de grupo pueden ser representativos de nada; su uso es el de hacer montón, hacer ruido...La odiada estrategia usada hace unos años por los del naranja-naranja hoy se ha vuelto regla.
También es una tecnología de identidad. La masa que se une a la tribu, el grupo, la secta, etc. Pierde su identidad de sujeto para obtener una identidad en la masa (dentro de la masa). Está identidad se logra, no poniendo de manifiesto un enemigo común. (too much Canetti for today...)
Notarán una cambio de ritmo...
No hagan caso a lo que el opulento Martí (eso es algo que todos sabemos y a lo más tendríamos que dar un Thanks Captian Obvious!); más bien creo que hay que poner, particular, atención a lo que dice nuestro querido Presidente de la República. Quien hace un llamado a la ciudadanía a participar en política... a través de partidos políticos y; en caso de que ninguno de los existentes esté a la altura de sus reclams, crear otros.
El comentario, desde luego, es una trampa.
Por un lado está la invitación a los ciudadanos comunes y corrientes para participar en la política. Por que solo de la clase política podemos esperar los cambios necesarios para mejorar al país. Queda fuera (¡Pero desde luego!) la posibilidad de que, los cambios necesarios, provengan de otro lugar que no sea la clase política. La condicionante es clara.
Así se garantiza una cosa; que el sujeto en busca de participación activa en la vida política pase por un filtro, la institucionalización. (Leasé "Vigilar y Castigar")